Hay personas
que tienen una mayor predisposición a colocarse en el centro de criticas, las burlas e,
incluso, de los comentarios hirientes. Y, en estos momentos, en
Hollywood ese papel protagonista le corresponde a la recientemente oscarizada
Anne Hathaway.
La última
metedura de pata fue la mala elección de un vestido de Prada con el que parecía
que se le marcaban los pezones. A los pocos minutos de hacer su aparición en la
alfombra roja del Dolby Theatre, esa parte concreta de su anatomía era
'Trending Topic' mundial en Twitter y sacaba los colores de una chica que no
para de hacer esfuerzos extra por caer bien, por alejarse de unas críticas que
han sido muy dura con ella en los últimos tiempos.
Hathaway
pidió disculpas por la elección de este atuendo y explicó por qué se había
vestido así. La noche anterior a la ceremonia de los Oscar, se enteró de que
Amanda Seyfried iba a lucir un modelito muy parecido al que ella tenía
preparado y decidió hacer un cambio de úlitma hora.
Así lo
explicaba a la revista 'People' la Fantine de la última versión cinematográfica
de 'Los Miserables': "La noche del sábado supe que habría un vestido muy
similar al Valentino que iba a llevar. Así que decidí que lo mejor para todos
era cambiar".
Incluso el
discurso que llevaba escrito por si al final pasaba lo que pasó -que se fue a
casa con una estatuilla bajo el brazo- estaba meticulosamente redactado para
que nadie pudiera volver a hacer sangre con ella. Pero estaban esas dichosas
costuras en el pecho que tan flaco favor le hicieron.
Tratada de
'miserable'
Es cierto
que las críticas le han llovido en multitud de ocasiones, pero la que tenemos
más reciente fue la de esa 'pillada' sin ropa interior en la 'premiere' de 'Los
Miserables' en Nueva York el 10 de diciembre de 2012. Al bajarse de coche que
la llevaba hasta el lugar del 'photocall', dejó ver cómo no se había puesto
bragas esa noche.
Al poco
tiempo, la instantánea tomada por los hábiles focos de los 'paparazzi' ya
estaba dando la vuelta al mundo y ella volvía a quedar en evidencia. Lejos de
aprender de aquel error, el pasado domingo optó por no ponerse sujetador y,
unido al difícil corte del vestido, provocó una nueva catástrofe.
2013 no
empezó con mejor pie para ella. Durante los Globos de Oro, celebrados el 12 de
enero, se le olvidó agradecer a un par de personas el premio. Ni corta ni
perezosa, le arrancó el microfóno al presentador para añadir lo que creía
conveniente que todos teníamos que saber.
Fue tachada
de afán de protagonismo y de conducta poco apropiada en una gala que exige
mucho más 'glamour' del que demostró aquella noche. Y no porque no lo tenga...
No se salva
ni la pronunciación
Y es que
todo lo que hace ella se magnifica -podríamos poner el ejemplo español de Sara
Carbonero, que cada fallo que tiene se convierte en objeto de burlas-. Por
ejemplo, su presentación de la gala de los Oscar en 2011 fue miada con lupa. Y
eso que los organizadores de la misma habían apostado por ella en un intento de
captar al público más joven.
Junto a
James Franco se convirtió en el objetivo de las críticas. A pesar de marcarse
un buen baile en el Kodak Theatre, se dijo que había estado poco natural,
nerviosa y que no demostró estar a la altura de las circunstancias. Suspenso
para ella también en lo que debía haber sido uno de los capítulos más bonitos
de su currículo.
Ese mismo
año, unas semanas después, le llovía más palos. La prensa que consideraba que
su acento en el filme 'One day' era "poco 'british" y se cebaron con
ella, despellejándola sin ningún tipo de piedad. Calificaban ese acento de
"horrendo" y "apestoso".
Realmente,
¿qué ha hecho Hathaway para merecer esto?
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